Estamos viviendo una época donde mucha gente vive alejada del Dios verdadero encarnado en Cristo Jesús. Saturados de prejuicios son dueños de una gran ignorancia siguiendo la corriente del mundo enfrascados en ideas materialistas, humanistas, espiritistas y fanatizados con los entretenimientos. La mayoría solo siguen los deseos de sus sentidos y la moda del momento.
Es así como evaden pensar en Dios y cual es realmente su personalidad, estos pensamientos son rechazados al instante y muy pocas veces están en la mente de las personas, por lo tanto no piensan en el día de su muerte, en qué lugar reposara su alma, que tipo de vida será después de la muerte. ¿Acaso realmente existe un infierno y un cielo? ¿Cómo pueden evitar ir al primero y descansar en el segundo? No es un simple pase automático morir e ir al paraíso, sin duda para todo se requiere un esfuerzo y ¿Cuál es ese esfuerzo? Simple; pensar en el Creador encarnado, la forma visible de Dios, Cristo Jesús, nuestro Salvador.
1. Los seres humanos, en general, creen que la vida tiene significado solo por las experiencias, posesiones materiales, el entretenimiento, los conocimientos y sentimientos.
2. Preocuparse por la existencia de Dios es algo inútil; según ellos, es un simple mito, fantasía o leyenda, creada por los mismos humanos.
Se tiene la creencia de que el conjunto de estos elementos dan sentido a la vida, brindando felicidad y alegría. Esta clase de personas rechazan a Dios porque creen no necesitarlo, pues supuestamente ya tienen el sentido y la felicidad pero no se dan cuenta que al solo considerar mente y cuerpo, sus reflexiones están incompletas, y eventualmente sentirán una serie de vacíos donde resultan efímeros los deseos cumplidos, pues no consideraron al espíritu humano.
La espiritualidad es una característica innata, un valor positivo y superior, intrínseco de nuestra naturaleza, siendo una cualidad que determina, en la mayoría de los casos, un comportamiento coherente con los valores morales y éticos que ayudan al desarrollo individual, virtudes que solo se pueden alcanzar pensando en Dios como la máxima expresión de humildad, misericordia y perdón . La espiritualidad humana es definida como la conciencia de una parte de nosotros que no se manifiesta materialmente y que está ligada a lo superior para todos los seres vivos, el Señor de los Espíritus, es decir Dios. El ser humano en alguna fase de su vida siente la necesidad de buscarlo o creer en Él y la mayoría de las veces lo sustituyen por cualquier cosa que ocupe todo su tiempo, corazón y mente. Sin embargo la espiritualidad esta dentro de cada ser humano que desea tener una relación verdadera con Dios.
La espiritualidad es dirigir la vida y el desarrollo personal según las enseñanzas y normas del Creador. En especifico, la espiritualidad cristiana, tiene como base y fundamento las enseñanzas y ejemplo de Jesús el Mesías, así como la fe en un solo Dios, el cual es único y eterno.
2. Preocuparse por la existencia de Dios es algo inútil; según ellos, es un simple mito, fantasía o leyenda, creada por los mismos humanos.
Para algunos creer en Dios es un placebo para dar alivio a sus desgraciadas vidas injustas, o en el mejor de los casos, responder sus interrogantes existenciales. Otros se inclinan a pensar que es una invención para el control moral, político y económico de las masas ignorantes.
Sin embargo, los relatos sobre Jesús, como se registran en el Nuevo Testamento, no son simplemente mitos y no fueron el resultado de escritores que copiaron historias de la mitología pagana, tales como los mitos de Osiris, Dionisio, Atis, Mitra, etc. El reclamo es que estas figuras mitológicas tienen esencialmente la misma historia que la que el Nuevo Testamento describe de Jesús de Nazaret, pero, una vez que los hechos son examinados, la supuesta relación entre el Nuevo Testamento y la mitología es fácilmente probada como falsa.
Para descubrir la verdad acerca de estas afirmaciones en particular y otras como ellas, es importante desenterrar la historia detrás de las afirmaciones, examinar las supuestas similitudes y observar bien las abismales diferencias, entender los retratos históricos verdaderos de los de aquellos falsos dioses que se comparan con Cristo, exponer los errores lógicos en los que están incurriendo los autores y analizar por qué los evangelios del Nuevo Testamento pueden ser altamente confiables en presentar con exactitud al histórico y verdadero Jesucristo.
Primero, las afirmaciones de que Jesús fue un mito o una exageración, se originaron por los escritos de algunos teólogos liberales alemanes del siglo XIX. Ellos esencialmente afirmaban que el cristianismo no es más que una copia de un culto extendido sobre la muerte y resurrección de dioses de la fertilidad en varios lugares, Tammuz en Mesopotamia, Adonis en Siria, Atis en Asia Menor, y Osiris en Egipto. Ninguno de estos escritos llegaron jamás al ámbito académico o al pensamiento religioso, debido a que sus afirmaciones fueron investigadas por eruditos que determinaron ser totalmente infundadas.
Por lo tanto los argumentos que rechazan a Dios como Cristo Jesús son básicamente una mentira. Ocultar la verdad a traves de mentiras y el desprestigio es una estrategia común y cotidiana, por lo cual es importante cuestionar, investigar, analizar, estudiar, y reflexionar lo que actualmente se toma como un descalificador a Dios.
3. Un gran número de gente piensa que creer en la existencia de Dios es de ignorantes, débiles y fanáticos, que no pueden razonar ni aceptar las teorías científicas.
Mas todas estas afirmaciones vienen acompañadas de argumentos estériles, dado que no hay evidencia alguna de la No existencia de Dios y es obvio el saber que esta evidencia es imposible que exista nunca. Pero lo más curioso es la perplejidad que pueden llegar a manifestar las personas, sobre todo ateas, cuando les comentas que figuras máximas de aquello que tanto admiran como ciencia y la racionalidad, fueron creyentes.
Ahí están ejemplos como Newton, Louis Pasteur, Ampere, Francis Collins, entre un larguísimo etc. Sus descubrimientos en un principio se relacionaron con la "no existencia" de Dios, cuando fueron formulados en pos de la ciencia, ese fue en muchos casos el impulso que los alentó, para después afirmar lo opuesto.
Pasteur se declaró abiertamente, enemigo del positivismo y el materialismo; declaró que es una bienaventuranza la creencia en la Divinidad, al igual que Francis Bacon, estimándola como algo preferible a la esterilidad del ateísmo. Newton dedicó más tiempo al estudio de la Biblia que al de la ciencia y sus análisis bíblicos despertaron el interés de Albert Einstein, quien se vio atraído a revisar sus estudios teológicos, Newton escribió 1,400,000 palabras en sus estudios de La Biblia.
La fe y la ciencia no están peleadas, es claro que la fe en Dios no es de ignorantes, mas bien son ignorantes aquellos que así lo creen.
4. Dependiendo de la familia en la que naces será la base de tu formación como persona.
Sobre esta afirmación sentencian que no hay libertad en los cultos de los pueblos, que, supuestamente, no son libres para elegir, y que si esa libertad fuera posible, nadie elegiría las religiones. Sin embargo, también pueden enseñarte una base atea por razones científicas, cosa que te aleja de Dios desde las bases del supuesto entendimiento del mundo.
Añadiendo que en la escuela le dan mayor importancia a la ciencia oficial, enseñando las teorías científicas como lo único que puede ser una respuesta a nuestra existencia. No hay mucha libertad ahí tampoco, ¿verdad? Pero al no cuestionar la ciencia oficial, al dar por hecho que los científicos son duenos de toda la verdad y son incapaces de mentir, rechazas tu capacidad para analizar y reflexionar. Sus teorías no son la verdad absoluta sobre la realidad y tampoco son incuestionables.
Muchas de esas teorías no se pueden comprobar, basándose en la suposición, quedándose solamente en lo teórico porque no se pueden llevar a cabo en experimentos para verificarlas, por la dificultad artificial que ello conlleva. Además de contener vacíos sin respuestas, donde muchas de las dudas incomodas se van eliminado al salir nuevas teorías. Por ello no son "leyes universales". Al final, creer en esas teorías también es un acto de "fe" hacia ideas humanas, porque no es algo que puedas experimentar y vivir con tus propios recursos. Es un acto de fe creer que no te están mintiendo, sabiendo que los científicos también pueden mentir y de manera mas elaborada. Es difícil descubrir el engaño pero no imposible.
Es innegable que los cielos cuentan la gloria de Dios y el firmamento anuncia la obra de sus manos, es algo que puedes ver en cada amanecer, al despertar y continuar existiendo, aunque las personas decidan ignorarlo.
5. Crecer en una familia muy fanática de la religión, opresora e hipócrita.
Es lamentable que muchas personas se alejen de Dios por desarrollar su vida en una familia con un fanatismo desmedido. Donde se entregan a sus convicciones considerándolas como absolutas, imponiéndoselas a sus hijos por cualquier medio, sin importar el daño que les causan. En algunos casos los padres actúan haciendo todo lo contrario a sus creencias, cometiendo actos de infidelidad y violencia, generando esto en los hijos una doble moral y una creencia en que la fe es para hipócritas es así como rechazan a Dios por estas conductas tan contradictorias.
El fanático tiene una conducta ciega dentro de una religión en particular, la cual le lleva a la intransigencia hacia otras personas que no son fanáticas, mediante una lógica que es inflexible. Pero este fanatismo no es fe verdadera en Dios, sino al contrario es ignorancia, miedo, hipocresía, deseos de control y poder, angustia y frustración de la misma persona ante el misterio de Dios.
La religiosidad auténtica supera esta angustia mediante la fe y confianza, que abren al humano ante Dios en una total disponibilidad para hacer su voluntad. La persona auténticamente religiosa nunca tiene una seguridad absoluta de conocer con exactitud la voluntad de Dios, como fue el caso de Abraham, Moisés, Isaías o Jeremías, que sintieron temor e incluso vacilación ante la abrumadora presencia de Dios.
Esto quiere decir que el misterio divino nunca es totalmente comprensible o abarcable por el entendimiento y la voluntad humana, tan limitada e imperfecta. Los religiosos sinceros no se contradicen, viven una vida lo mas recta posible, instruyendo a sus hijos según la palabra de Dios sin oprimirlos; los guían e instruyen mostrando disciplina y corrección para cada error en sus vidas. No se dan baños de pureza, se conocen pecadores y se esfuerzan día con día para elevar sus virtudes. No se reprimen, sino que ejercen el auto control, entendiendo las consecuencias de sus acciones, palabras y pensamientos.
Se requiere discernimiento, sentido común, auto cuestionamiento y reflexión para diferenciar la obviedad entre la fe verdadera y la falsa de un fanático religioso. La respuesta esta en su estilo de vida y sus acciones las cuales delatan la verdad.
Los seres humanos tenemos libre albedrío. Sin el libre albedrío, no seríamos personas sino títeres de Dios y no podríamos amarlo en verdad. Debido a que Él desea tener una relación real con nosotros, que implica una elección voluntaria, entonces tenía que permitir que existiera el mal, representado en la figura de Satanás, el ángel caído. Cada ser humano debe elegir entre creer en Dios o no. Todos son libres de elegir el camino que tomaran sus creencias.
Cabe hacer la distinción entre permitir el mal y querer que el mal suceda. Dios no desea el mal pero es necesario permitirlo para que el hombre pueda desarrollarse en la virtud. Por supuesto que Dios pudo crear un mundo sin que existiera lo malo, pero sabe que un mundo limitado en su libertad sería un mundo inferior, porque las virtudes son definidas por lo que es opuesto a ellas. Es decir una persona puede ser bondadosa solo si la ambición no se antepone. Y ser bondadoso no resta la posibilidad de ser ambicioso. Si Dios fuera a intervenir y evitar el mal, Él tendría que eliminarnos a todos nosotros. Además, si Dios fuera a eliminar todas las consecuencias negativas de nuestros actos, ¿tendríamos realmente libre albedrío, experiencia o aprendizaje? En esencia, Dios no quiere el mal pero lo permite, porque Él desea una relación sincera con nosotros.
Pues somos pecadores y con los pecadores vienen cosas malas. Es necesario que los seres humanos entiendan las consecuencias de sus malas acciones para qué asuman su responsabilidad, debido a que el sufrimiento y maldad en el mundo es ocasionado por el mismo ser humano alejado de Dios. Pero el Señor de los espíritus nos ha redimido al creer en Cristo Jesús quien pago por todos los pecados de la humanidad por su infinito amor y misericordia. Al comprender esto nace un corazón humilde, sincero y arrepentido que se da cuenta de lo pecador que es y que necesita un salvador, necesita a Cristo Jesús para nacer de nuevo y cambiar su vida.
No olvidemos que Dios promete un mundo nuevo, gobernado por Cristo, donde el mal y el pecado no existirá, cuando regrese a esta tierra arrancará el mal y el pecado de raíz, donde ningún ser humano con fe sincera en el Mesías Jesús sufrirá.
7. La gente piensa que Dios es el enemigo, siendo malo, un vengador que impide al hombre ser libre y que decide todo por él.
Esto denota ignorancia sobre la personalidad de Dios, revelada al pueblo hebreo y heredada a todas las naciones. Para la gente Dios es bueno mientras todo anda bien con ellos, pero cuando les llega una crisis, Dios es malo e injusto, o piensan ¿Dónde está ese amoroso Dios? Otros bajan a Dios a su nivel y lo reducen a un ser con características y debilidades similares a las de los humanos pecadores, pero eso es una mentira seres así, solo los falsos dioses griegos dominados por sus pasiones, que en una época antigua eran adorados por mucha gente y no se ocupaban en reflexionar o cuestionar sus personalidades torcidas.
El verdadero Dios se encarno en un cuerpo humano en Cristo Jesús quien nunca cometió un pecado, un humano perfecto lleno de toda virtud, fue humilde, amoroso, valiente, sabio, manso, milagroso, en Él habita toda la deidad, su personalidad es profundamente asombrosa llena de inagotable sabiduría, es la fuente de vida y luz eterna.
Sin embargo mucha gente no lo conoce y vive en ignorancia, confusión y contradicción creando un dios que se amolda a sus ideas muy lejos del Dios verdadero. Quienes lo ven como un juez enojado y exigente, lo rechazan. Aquellos que ven al Señor como un abuelo bondadoso rechazan esa imagen cuando necesitan justicia. A los que ven al Creador como una idea intelectual, en vez de un ser vivo y amoroso, terminará resultándoles más atractiva alguna otra cosa dentro de la inmensa creación. Aquellos que lo consideran su mejor amigo suelen dejarlo de lado cuando encuentran amigos humanos que les agradan y solapan toda actitud y actividad posible.
Necesitamos amor, pero también disciplina; compasión, pero también corrección, deseamos misericordia, pero también justicia. Dios cubre todas nuestras necesidades, Él es el todo y no le falta nada.
La justicia es la santidad del Creador en acción y la disciplina su amor en acción. Dios no es el enemigo, sino muy al contrario es el Padre Celestial, amoroso y bondadoso, su justicia para muchos es venganza porque reciben lo que merecen. Dios no puede ser burlado y todos recibiremos su juicio. Sin embargo Dios extiende su misericordia y el perdón a todos aquellos que creen en el Mesías, que es la hermosa personalidad de Dios revelada en Jesús de Nazaret. Todo aquel que quiere conocer al Creador solo tiene que leer la vida de Jesús pidiendo de corazón por entendimiento, entonces recibirá la ayuda y sabiduría de Dios si ha sido sincero de corazón.
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