Hoy en día no se piensa mucho en las virtudes, no se reflexiona sobre la gran necesidad que hay de ellas. Muchas personas no pueden definir y mucho menos comprender su significado, muy pocos han desarrollado sus virtudes como algo cotidiano en su vida diaria. En casos más extremos las personas han dejado de creer en ellas como si fueran algo inalcanzable, como es el caso del amor y el perdón. Lamentablemente se tiene una gran dificultad para mencionarlas, pero sin duda son como hermosas joyas que adornan el espíritu del ser humano.
Las virtudes humanas son actos moralmente buenos que controlan las pasiones y guían la conducta en conformidad con la razón y la fe. Son adquiridas y fortalecidas por medio de reiteradas acciones de bondad. Las virtudes son los dones más preciosos que Dios depositó en nuestra alma, cada ser humano nace con virtudes y dependiendo de sus acciones se desarrollan a lo largo de su vida. Es importante conocerlas y entender su significado, porque ellas son las que determinan el valor de cada ser humano como un ser espiritual. Sin embargo desarrollarlas no es fácil hay que derrotar nuestra naturaleza egoísta la cual se opone a la virtud, todos los humanos tienen la libre decisión de rechazarlas o hacerlas crecer.
Todo es cuestión de elegir, eliges la virtud o eliges el pecado. Por ejemplo, quien elige ser bondadoso es libre ante las atracciones de la ambición. Por el contrario, quien elige ser egoísta, se hace esclavo de los impulsos de la avaricia.
El hombre virtuoso es una persona verdaderamente libre. Por ejemplo el alcohólico no es una persona libre para elegir en materia de alcohol, es una persona encadenada y la virtud es la solución, ejerciendo virtudes como fuerza de voluntad, confianza, autoestima y aceptación entre otras podría cambiar su vida . El que rechaza la virtud es esclavo de sus pecados, del placer que generan cualquiera que estos sean. La virtud es un hábito bueno que hace al hombre capaz de hacer el bien de un modo fácil y gratificante.
Existen virtudes adquiridas, las que se adquieren con nuestro esfuerzo a través de la repetición de acciones buenas, y existen virtudes recibidas como don de Dios; fe, sabiduría, libertad, paz y amor. No obtenemos la fe por nuestras propias fuerzas. Le pedimos al Señor que nos ayude en nuestra falta de fe, que nos aumente la fe, porque Jesús, es el inicio de nuestra fe y es también Él quien la lleva a cumplimiento. Quien pide la fe la obtiene, porque ese deseo de tener fe, es ya, un acto de fe. Si Dios es el origen del amor, cuanto más buscamos conocerlo, más capacitados vamos a estar para amar.
El temor a Dios es el principio de la sabiduría y solo Él puede otorgarla pues la da a todos sin limitación y sin hacer reproche alguno si la pides con sinceridad te es otorgada. La paz que Dios te da nadie te la pueda dar, nos dejo su paz, nos da su paz, si la pides con fe sincera, la obtendrás y nada de lo que existe en el mundo la podrá igualar.
Sin las virtudes, el hombre puede hacer buenas acciones, si quiere, pero la mayoría de las veces lo hace por obligación, de mala gana y con esfuerzos, por lo cual no puede ser constante en el bien porque no tiene ese hábito grabado en su mente y corazón, su espíritu carece del gozo que solo la virtud puede dar para impulsar esa buena acción.
Es necesario comprender que una virtud es una disposición habitual y firme para hacer el bien. El fin de una vida virtuosa consiste en llegar a ser semejante a Cristo.
Analicemos las siguientes virtudes y piensa cuántas te faltan por desarrollar.
Responsabilidad: Es la voluntad de asumir las consecuencias de nuestras elecciones. Es un acto de madurez y obligación moral o legal del cumplimiento de nuestros deberes, que implica esfuerzos por parte de uno mismo.
Gratitud: Es el reconocimiento y el aprecio de las cosas, acciones y palabras que tenemos o nos han otorgado. Hace que valoremos desde las cosas más simples hasta nuestra propia existencia.
Asertividad: Es la expresión de la propia opinión de un modo correcto y respetando los derechos de los demás
Respeto: Es la consideración con que se trata a una persona por alguna cualidad, situación o circunstancia que las determina y que lleva a acatar lo que dice para no causarle ofensa o perjuicio. Es la admiración que se siente por una persona la cual nos lleva a tratarlo con cuidado.
Servicio: El cuidar a las personas, escuchando con compasión, ayudando con bondad en base a nuestras capacidades.
Prudencia: Es la mesura que nos impide comportarnos de manera irreflexiva e impulsiva en las múltiples situaciones que debemos sortear en la vida. Un individuo precavido es cauteloso, porque entiende el sentido que tiene su vida y la de otras personas.
Generosidad: Es el hábito de compartir con los demás y de cuidar sus necesidades.
Orden: Es la capacidad de mantener organizados y limpios, nuestros espacios, objetos, y pensamientos.
Compromiso: Es la voluntad para mantener nuestras promesas y dar todo nuestro esfuerzo a largo plazo.
Compasión: Es la profunda empatía por el sufrimiento de los demás. Es la misericordia que conmueve nuestro corazón para ayudar cuando alguien está en dificultades
Confianza: Es la sensación de seguridad y la valoración de las capacidades que tenemos nosotros mismos y las personas que nos rodean.
Cooperación: Trabajar junto a otra persona por un objetivo común. .
Sentido del humor: La habilidad para interpretar el mundo que nos rodea con una mirada alegre. Es la capacidad para detectar en cualquier situación los rasgos de comicidad que se desprenden de ella y utilizarlos para reinterpretar los hechos de una forma más desenfadada.
Valentía: Una cualidad que permite enfrentar el peligro sin mostrar miedo y transforma este miedo en determinación, logrando superar las adversidades.
Creatividad: La capacidad para generar ideas nuevas, crear e inventar algo.
Empatía: La capacidad de ponerse en el lugar del otro, de entender sus emociones y su comportamiento.
Decisión: La capacidad de elegir con firmeza de mente para tomar una posición y así llegar a una conclusión. Requiere valor y discernimiento.
Perseverancia: Es la habilidad para nunca darte por vencido a pesar de las adversidades.
Devoción: Un servicio incondicional al propósito de nuestra vida. Entregarse por completo a lo que uno ama.
Dignidad: Es honrar el valor de todas las personas, incluyendo a nosotros mismos y tratar a todos con respeto.
Integridad: Es la entereza moral para hacer lo que se considera correcto para uno mismo y para los demás de acuerdo con sus principios sin importar las circunstancias.
Paciencia: Es la capacidad para resistir las pruebas y soportar los momentos difíciles o prolongados sin perder la calma.
Autocontrol: Es la capacidad para regular las emociones y el comportamiento a pesar de las adversidades
Entusiasmo: Es afrontar la vida con una mentalidad positiva y con una exaltación del ánimo.
Justicia: Brindar a cada persona la parte que le toca y merece. Asegurarse de que las necesidades de todos estén satisfechas sin importar las condiciones.
Lealtad: Ser fieles a nosotros mismos y los demás independientemente de lo que suceda.
Flexibilidad mental: La capacidad de adaptarse y cambiar en medio de las circunstancias fluctuantes de la vida.
Honestidad: Capacidad para decir la verdad sin importar las circunstancias.
Perdón: Es la aceptación de los errores entendiendo que siempre hay posibilidad de cambiar o retirarse sin sentir rencor y ganas de venganza.
Amistad: Es la capacidad de estar ahí para el otro en los momentos difíciles y mostrarse cálido y cercano.
Autonomía: Valerse por sí mismo para enfrentar la vida.
Reflexión: Ser consciente las propias emociones, comportamientos y las experiencias que ocurren alrededor.
Sacrificio: La acción de dejar de lado algunas cosas, emociones, o aun la vida misma para proteger lo que realmente queremos. Dejar de lado algún interés personal por el beneficio de otros.
Optimismo: Ver y a juzgar las cosas en su aspecto más positivo
Amor: Sentimiento que nos ayuda hacer el bien con todos los seres vivos, perdonando, ayudando, compartiendo lo que tenemos con sinceridad, respeto y alegría.
Sabiduría: Es la capacidad para aplicar los conocimientos adquiridos con inteligencia que brindan un mayor entendimiento sobre la vida y nos ayudan actuar con sensatez, prudencia y acierto.
Fe: La certeza de que Dios hará lo que esperamos, a su manera y en su tiempo. Es la esperanza de que recibiremos algo que aún no tenemos, confiando en Dios
Paz: Es un estado de bienestar, tranquilidad, estabilidad y seguridad
Inocencia: Falta de malicia, mala intención o picardía
Honor: Cualidad moral que lleva al sujeto a cumplir con los deberes propios respecto al prójimo y a uno mismo.
Voluntad: Es la aptitud de decidir y ordenar la propia conducta.
Disciplina: Es un ordenamiento personal dirigido a organizar nuestra actitud y conducta para alcanzar un fin determinado.
Autoestima: La valoración, percepción o juicio positivo o negativo que una persona hace de sí misma en función de la evaluación de sus acciones, pensamientos, sentimientos y experiencias.
Libertad: Es la capacidad de la conciencia para elegir de manera responsable su propia forma de actuar, pensar, hablar y obrar según la propia voluntad de la persona.
Aceptación: Reconocer y asumir sin quejas ni excusas las situaciones positivas o negativas que no se pueden cambiar.
Templanza: Moderación de los apetitos y de la atracción que ejercen los placeres a partir de la razón.
Humildad: El conocimiento de las propias limitaciones y debilidades que hace restar importancia a los logros personales no se siente especial y no tiene la necesidad de presumir, sentirse superior o recibir reconocimiento, porque reconoce sus defectos y errores.
Imaginación: Facultad para representar mentalmente sucesos, historias o imágenes de cosas que no existen en la realidad o que son o fueron reales pero no están presentes.
Esfuerzo: Capacidad para usar la fuerza física o las facultades mentales de forma intensa, prolongada, y concentrada para alcanzar un objetivo o superar obstáculos
Dulzura: Suavidad y ternura que muestra o expresa una persona y que la hace agradable.
Honradez: Capacidad de una persona para no tomar lo que no le pertenece, obrando con justicia e integridad.
Practicidad:Facultad para actuar de la manera más directa, sencilla y rápida posible.
Concentración: Habilidad para mantener la atención en algo particular o específico.
Curiosidad: Capacidad para averiguar cosas en base a un comportamiento inquisitivo natural, evidente por la observación.
Fortaleza: Facultad para resistir o sobrellevar sufrimientos o penalidades venciendo el temor.
Desapego: Habilidad para alejarse de una unión o deseo por las cosas, experiencias, personas u objetos existentes.
Madurez: Capacidad para tomar buenas decisiones con buen juicio, prudencia y sensatez.
Transformación: Habilidad para cambiar defectos por virtudes, aceptando los errores y trabajando para
Solidaridad: Ayudar sin recibir nada a cambio con la aplicación de lo que se considera bueno.
Espiritualidad: Una relación sincera, respetuosa, amorosa y devota con Dios.
Observar: Mirar algo o a alguien con mucha atención y detenimiento para adquirir algún conocimiento sobre su comportamiento o sus características
Escuchar: Capacidad para prestar atención a lo que uno oye.
Sensibilidad: Capacidad para percibir sensaciones a través de los sentidos, para sentir moralmente y emocionarse ante las virtudes.
Prevención: Es la preparación que se toma de manera anticipada para evitar que suceda una cosa considerada negativa.
Discernimiento: Es el juicio moral que permite al individuo valorizar si una acción es buena o mala.
Sentido común: Capacidad natural de juzgar los acontecimientos y eventos de forma razonable.
Liderazgo: Habilidad para ejercer una influencia sobre las personas que permite incentivarlas para que trabajen en forma entusiasta por un objetivo común.
Análisis: Capacidad para examinar detalladamente una cosa, situación o persona para conocer sus características, habilidades o su estado, y extraer conclusiones.
Después de leer la definición de cada una de estas virtudes entendemos que no existe un ser humano que sea capaz de tenerlas todas en su máximo esplendor. Sin embargo si existe alguien, su nombre es Cristo Jesús, hombre y Dios al mismo tiempo. Dios se hizo humano para mostrarnos su amor, misericordia y salvación. Nos dio un ejemplo perfecto de humanidad y virtud perfecta, solamente en Cristo puedes encontrar todas las virtudes, porque es la fuente de todas ellas. Jesús nos dijo "sed perfectos como yo soy perfecto" y no estaba mintiendo, se refiere a que nosotros los seres humanos tenemos un origen divino, somos hijos del Dios Altísimo y tenemos un potencial espiritual muerto, que solo puede cobrar vida al aceptar como Dios y Salvador a Cristo Jesús, al despertar ese potencial puedes ser muy parecido a Cristo en virtud.
Las virtudes de Jesús son ciertas actitudes y posturas que desarrollan el mejor yo que podemos ser. Podemos adquirir esas virtudes en nuestras propias vidas e ir formando nuestro verdadero yo con los mismos rasgos de Jesús, siguiendo su ejemplo, con estudio bíblico, oración, ayuno y practicando el bien hacia el prójimo. Cristo nos ofreció en su persona, el ejemplo de todas sus virtudes, las que un ser humano debe practicar. La única limitación que tienes es tu incredulidad y burla, debes sincerar tu corazón con humildad, buscar la ayuda de Jesús y darle una oportunidad de entrar en tu vida para ser virtuoso e inmensamente rico en espíritu.
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