"Pero si a ustedes les parece mal servir al Señor, elijan ustedes mismos a quiénes van a servir:"
Josué 24:15
Cada día elegimos lo que deseamos hacer, tomamos muchas decisiones que afectan nuestro futuro muchas de ellas las pensamos y otras mas son tomadas a la ligera, pero no obstante siempre podemos escoger que camino tomar porque Dios nos creo con la libertad de elegir; hacer el mal o hacer el bien, aceptar a Jesús o rechazarlo.
En esa libertad dada por Dios debemos caminar en el sendero correcto, escoger todo lo bueno y lo justo pero también existe la posibilidad de elegir lo contrario lo malo y lo injusto en una vida egoísta entregada al mundo en sus placeres y entretenimientos, pero siempre podemos cambiar y escoger a Dios, tienes la libertad de hacerlo hoy mismo, Dios no obliga a nadie para amarlo y seguirlo, es necesario que sea una decisión individual, libre y sincera, asi es el amor y la fe verdadera no lo puedes forzar surge de un corazón libre par elegir que necesita en su vida. Dios sabe quién será salvo, Dios elige a quienes han de ser salvos, y nosotros debemos elegir a Cristo para ser salvados. Es la mejor elección de tu vida pero debe ser sincera sin obligación alguna.
Sin embargo no podemos hacer los que nos place tenemos limites físicos, sociales, morales y espirituales, nuestro libre albedrío esta limitad por leyes humanas y también por nuestra naturaleza pecaminosa. es decir podemos elegir ser justos a los ojos de Dios pero no podremos serlo por todos los pecados que cometemos a diario en palabras, pensamientos y acciones, por lo tanto Dios nos otorgo el perdón de los pecados por nuestra fe en Cristo Jesús nuestro Salvador, así podemos ser justos por fe a los ojos de Dios.
Por lo tanto aunque tenemos libre albedrío limitado en algunas áreas esta limitación no reduce nuestra responsabilidad, no sólo tenemos la habilidad de elegir, sino que también tenemos la responsabilidad de elegir sabiamente. Escoger la obediencia a Dios o rechazarlo con todas las consecuencias que tiene para tu alma, su destino y morada eterna. Todos los individuos pueden elegir creer y seguir a Dios en el momento en que su corazón lo desee. Cada llamado al arrepentimiento es un llamado a elegir. El mandamiento de creer asume que el oyente puede elegir obedecer el mandamiento o rechazarlo.
Jesús identificó el problema de algunos incrédulos cuando les dijo: "No queréis venir a mí para tener vida" Claramente, podrían haber venido si quisieran; su problema era que decidieron no hacerlo. "El hombre cosecha lo que siembra" y los que están fuera de la salvación no tienen ninguna excusa valida para rechazar las virtudes de Cristo, quien otorga, perdón, salvación y vida eterna.
La salvación es obra de Dios. Al mismo tiempo, nuestros motivos, deseos y acciones son voluntarios, y somos responsables de ellos.
Si decides aceptar a Jesús como tu Dios y Salvador el Espíritu Santo habitara en tu ser y es El, quien obra en y a través de la voluntad de una persona para regenerarla y darle una nueva naturaleza.
El ser humano esta limitado por una naturaleza pecaminosa que le dificulta hacer el bien pero muchos de ellos se gozan haciendo el mal por lo cual siempre vivirán alejados de Cristo la luz del mundo. Es sólo a través de la gracia y el poder de Dios que el libre albedrío llega a ser verdaderamente "libre" en el sentido de poder elegir la salvación.
Deja de ser esclavo de los deseos de tus sentidos, deja de ser un esclavo de tus pecados y acepta hoy a Jesús por tu libre albedrío, abre tu corazón o ciérralo a Cristo es tu decisión pero es la mas importante de toda tu vida de la cual depende el futuro de tu alma eterna.
"Hoy pongo al cielo y a la tierra por testigos contra ti, de que te he dado a elegir entre la vida y la muerte, entre la bendición y la maldición. Elige, pues, la vida, para que vivan tú y tus descendientes."
Deuteronomio 30:19-20
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