miércoles, 4 de agosto de 2021

LOS FRUTOS DEL ESPIRITU SANTO

“Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza...” (Gálatas 5:22-23)

Los frutos espirituales son el resultado de la presencia del Espíritu Santo en la vida de un cristiano, quien nos guía y transforma desde el momento en que aceptamos a Cristo como nuestro Dios y Salvador. Uno de los principales propósitos del Espíritu Santo, al entrar en la vida de un creyente, es el de cambiar esa vida, su obra es conformarnos a la imagen de Cristo, haciéndonos más parecidos a Él.

Es muy importante conocer como es la naturaleza humana sin el Espíritu Santo guiando la vida, el siguiente versículo de Gálatas 5:19 lo describe: “Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas, acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios”.

Cuando no conoces a Cristo, lo has rechazado y no te interesa buscar a Dios por incredulidad, eres absorbido por la corriente del mundo viviendo vida material, donde el espíritu está muerto, porque no hay una relación con Dios y por lo tanto no estás bajo la influencia del Espíritu Santo, te entregas a diversos placeres, entretenimientos y actividades mundanas, que te mantienen esclavo de tus deseos y conductas pecaminosas.

Nuestra carne de pecado produce cierta clase de fruto, que refleja nuestra naturaleza material y el Espíritu Santo produce otro tipo de fruto, que refleja nuestra naturaleza espiritual. Sin embargo el aceptar a Cristo como tu Dios, no significa que tu naturaleza pecaminosa ha muerto, significa que ya no eres esclavo del pecado, ahora puedes elegir apartarte de el y fortalecer la virtud, entonces   notarás que es más fácil elegir el bien porque tienes al gran maestro espíritual ayudándote.

La vida cristiana es una batalla entre las carne pecaminosa y la nueva naturaleza que Cristo nos da, porque al aceptar a Cristo nueva criatura eres, las cosas viejas pasaron y todas son hechas nuevas. 

Como seres humanos caídos, aún estamos atrapados en un cuerpo que desea las cosas pecaminosas y es necesario ser honestos con nosotros mismos para identificar y aceptar nuestro pecado para cambiar con la ayuda de Cristo porque que la ley de Dios es espiritual mas nosotros somos carnales y pecadores 

Como cristianos, tenemos al Espíritu Santo produciendo Su fruto en nosotros, y contamos con Su poder para que conquistemos los actos de la naturaleza de pecado porque todo lo podemos en Cristo que nos fortalece.

Debemos ser conscientes del Espíritu Santo que habita en nuestro interior y entender que es Dios mismo, Dios se manifestó en Padre, Hijo y Espíritu, los cuales son uno mismo. El único Dios Todopoderoso vive en tu interior, nunca nos abandono, eres tú al rechazarlo, el que lo abandonó, pero quizá esta sea la parte más difícil de comprender, el creyente no dimensiona la ayuda tan grande que tiene a su favor y no importa si eres un humano pecador, tu fe en Cristo mantiene al Espíritu Santo habitando en tu interior, El te purifica y no puede contaminarse con tu pecado, pero se entristece cada que pecas por lo tanto debemos tratar de no entristecer al Espíritu Santo que nos guía. 

Sin embargo si eres consciente de su ayuda tu crecimiento espiritual no tendrá límites de aquí en adelante por tu fe en Cristo el Espíritu Santo jamás te abandonará ya nunca estarás solo ahora tienes una comunión con Dios es mejor comportarse a la altura y disfrutar de sus bendiciones y su ayuda constante.

Los frutos del Espíritu Santo son nueve virtudes que comenzarán a crecer en tu interior y se manifestaran en tu vida diaria; el amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza.

El amor es quizá lo más difícil puesto que no sabemos amar pero vamos aprendiendo día a día y es el amor el que engloba los ocho frutos restantes, aprendemos amar de nuestro padres quienes son los primeros en manifestarnos amor, posteriormente si tenemos hermanos, primos o tíos, es la familia la que nos brida los primeros ejemplos de amor y posteriormente los amigos y la pareja, siendo ella o el, nuestro prójimo, es con el que formamos un amor filial, una familia y prueba nuestra capacidad para amar, ¿pero que es el amor en esencia? 

"El amor no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso. No se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor. El amor no se deleita en la maldad, sino que se regocija con la verdad. Todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta, el amor nunca deja de ser.."
 (1 Corintios 13: 4-7)

El amor es paciente, es bondadoso, podemos observar aquí dos características del amor y estas a su vez son dos frutos del Espíritu Santo la paciencia y la bondad. Porque el que ama no tiene prisa es paciente, espera el tiempo que Dios disponga.

El Espíritu Santo es quien nos enseñará y fortalecerá nuestra capacidad de amar cuando somos creyentes en Cristo, es Él quien nos enseña el verdadero significado del amor, porque Dios es amor, esa es su esencia, la luz del amor verdadero.

El gozo. Se considera que el gozo es una virtud la alegría y complacencia que siente el cristiano en la extensión del Reino de Dios y su justicia .El gozo es producto de la acción del Espíritu y no de factores externos que provocan felicidad. Se entiende que el gozo una profunda alegría espiritual infundida por el Espíritu Santo en las personas que son poseídos por Dios, es un gran gozo ser el templo de Dios.

La paz es la consecuencia de la justicia y el signo de amor puesto en acción. Donde hay paz, cada criatura puede descansar en orden. La paz terrenal es la imagen de la paz de Cristo, que reconcilió el cielo y la tierra. La paz es mucho más que la ausencia de guerra, más que un mero equilibrio de poderes cuidadosamente mantenido, la paz es una sensación de tranquilidad y seguridad en Dios quien se convierte en el escudo, fortaleza y oasis del creyente a pesar de todo el caos de afuera el creyente se mantiene en paz porque Dios habita en su interior.

La paciencia es una forma de la virtud moral de la fortaleza. Le permite a uno soportar los males presentes sin tristeza o resentimiento de conformidad con la voluntad de Dios. La paciencia se ocupa principalmente de soportar los males causados por otro. Los tres grados de paciencia son: soportar las dificultades sin quejas internas, usar las dificultades para progresar en la virtud e incluso desear la cruz y los sufrimientos por amor a Dios y aceptarlos con alegría espiritual.

La bondad es la comprensión, la simpatía y la preocupación por quienes tienen problemas o necesidades. Se muestra en la afabilidad cuando se practica la generosidad y el perdón de las ofensas sufridas, compartiendo todo aquello que Dios nos ha dado

La benignidad es el estado o la calidad de ser bueno. Solo hay uno que es bueno, es Dios. La benignidad es una participación en la bondad de Dios la imitación de Cristo.

La mansedumbre es similar a la bienaventuranza de los mansos. Una persona que no es severa ni violenta y practica la moderación. Implica una gran humildad y autocontrol, así como una gran obediencia a Dios, supone una gran fuerza interior y una enorme convicción para enfrentar situaciones difíciles o adversas sin caer presa de sentimientos de cólera y rencor.

La fe es la constancia en la lealtad a Dios o las cosas de Dios, implica fidelidad es un fuerte afecto basado en la firme convicción de que el objeto de la fidelidad merece la lealtad. La fe es confiar en Dios todo el tiempo. La fe genuina es creer en lo que Cristo ha hecho por nosotros. 
Está en la Biblia: Hebreos 11:1, "Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de los que no se ve". Jesús es la fuente de la fe. 
 Romanos 10:17, "Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios" La fe débil puede llegar a ser fuerte con la ayuda de Dios.
 Marcos 9:24, "E inmediatamente el padre del muchacho clamó y dijo: Creo; ayuda mi incredulidad".

La templanza es el acto, poder o hábito de tener los deseos de uno bajo el control de la voluntad, iluminados por la razón y la fe correcta, refleja el dominio de la voluntad humana y permite poner límites a los deseos generalmente vinculados al pecado. La templanza permite que la persona sea equilibrada y modere su tendencia natural hacia los placeres de los sentidos.

Finalmente los frutos del Espíritu Santo son virtudes que dotan al cristiano de un carácter y personalidad parecido a Cristo, estos valores fortalecen la personalidad del creyente para hacerlos cada vez mas espirituales y menos carnales, estas virtudes crecerán a medida de que sea su deseo pedirlas en oración, las practique y las comparta con su prójimo, estos son los frutos del buen árbol, si desean probar la veracidad del predicador o cristiano simplemente observe sus frutos.

Debemos aspirar cada día, tener algún fruto, porque somos espirituales en esencia,  ese es nuestro origen, es lo que somos y a donde vamos, es el autentico mundo espiritual,  gobernado por el Señor de los Espíritus, Cristo Jesús y no estamos solos tenemos al maestro supremo el Todopoderoso Espíritu Santo habitando en nuestro interior, Dios nunca nos abandono y se encuentra mas cerca de lo que te imaginas, es tiempo de comprender tu origen, poder y destino.




LA APOSTASIA


"Pero el Espíritu dice claramente que en los últimos tiempos algunos apostatarán de la fe, prestando atención a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios, mediante la hipocresía de mentirosos que tienen cauterizada la conciencia; prohibiendo casarse y mandando abstenerse de alimentos que Dios ha creado para que con acción de gracias participen de ellos los que creen y que han conocido la verdad."
1 Timoteo 4:1-3

La apostasía es un abandono de la fe en Cristo o una modificación de la Palabra de Dios para manipular a los creyentes y asi obtener sus deseos ambiciosos. El primer apóstata como tal fue el mismo Lucifer. El ángel rebelde que, basado en su propia belleza, se rebeló contra Dios creando una revuelta en el cielo y todo un paradigma de sufrimiento en la ética de salvación cristiana.. Lucifer o Satanás dejo de creer en Dios, abandono su fe y se entrego a sus propias ambiciones.

 La Biblia advierte acerca de los apostatas, un ejemplo de apostasía se cumple en personas como Arrio, un falso sacerdote cristiano de Alejandría. Arrio negó la Trinidad y presentó lo que pareció ser en la superficie una diferencia insignificante entre el Padre y el Hijo, argumentó que Jesús no era no era de la esencia de Dios, fue muy astuto e hizo lo mejor para poner a la gente a su lado, llegando incluso a componer una canción, la cual él trató de enseñar a todos los que le escucharían. Su naturaleza encantadora, su posición reverenciada como un predicador y como quien vivía en humildad contribuyeron al engaño.


Para identificar y combatir completamente la apostasía, es importante que los cristianos entiendan sus diversas formas y los rasgos que caracterizan sus doctrinas y maestros. En cuanto a las formas de la apostasía, hay dos tipos principales: el alejarse de las doctrinas claves y verdaderas de la Biblia y caer en las enseñanzas heréticas que proclaman ser la doctrina cristiana "real"; y una renuncia completa a la fe cristiana, que resulta en un abandono completo de Cristo.


Arrio representa la primera forma de apostasía una negación de verdades cristianas fundamentales como, por ejemplo, la divinidad de Cristo, que inicia un descenso hacia una desviación completa de la fe, que es la segunda forma de apostasía. La segunda forma casi siempre comienza con la primera. Una creencia herética se convierte en una enseñanza herética que se divide y crece hasta contaminar todos los aspectos de la fe de una persona, y entonces se logra la meta de Satanás, que es un total alejamiento del cristianismo.

Un ejemplo reciente de este proceso es un estudio de 2010 realizado por el prominente ateo Daniel Dennett y Linda llamado "Predicadores Que No Son Creyentes". El trabajo de Dennett relata la historia de cinco diferentes predicadores que aceptaron enseñanzas heréticas sobre el cristianismo y ahora se han alejado totalmente de la fe y son panteístas o ateos clandestinos. Una de las verdades más inquietantes destacadas en el estudio, es que estos predicadores mantienen su posición como pastores de iglesias cristianas con sus congregaciones ignorantes del verdadero estado espiritual de su líder.

El versículo de 1Juan 2:19 “Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros; porque si hubiesen sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestase que no todos son de nosotros.” Nos explica claramente la personalidad de los apostatas, aceptan la fe por un momento pero no permanecen en ella porque en realidad nunca tuvieron una fe verdadera este tipo de personas o se aleja de Cristo y regresan a su vida cotidiana o ven un negocio en la fe lucrando y manipulando a la gente creyente, sin embargo es responsabilidad del cristiano leer la Biblia para entender los engaños de los apostatas.

Se advirtió sobre los peligros de la apostasía en el libro de Judas, que sirve como un manual para entender las características de los apóstatas como los narrados en el estudio de Dennett y LaScola. Las palabras de Judas son tan relevantes para nosotros hoy como lo fueron cuando Judas las escribió en el primer siglo; así que es importante leer y entenderlas cuidadosamente.

Judas era el medio hermano de Jesús y un líder en la iglesia primitiva. En su carta del Nuevo Testamento, él describe cómo reconocer la apostasía e insta insistentemente a aquellos en el cuerpo de Cristo a contender ardientemente por la fe. En otras palabras, Judas nos está diciendo que va a haber una lucha constante contra falsas enseñanzas y que los cristianos deben tomarlo tan en serio que incluso "agonicemos" en medio de la lucha en que estamos inmersos. Por otra parte, Judas aclara que todo cristiano está llamado a esta lucha, no sólo los líderes del cuerpo local. Así que es fundamental que todos los creyentes afilen sus habilidades de discernimiento para que puedan reconocer y prevenir la apostasía en medio de ellos.

Después de instar a sus lectores a contender ardientemente por la fe, luego Judas destaca la razón: "Porque algunos hombres han entrado encubiertamente, los que desde antes habían sido destinados para esta condenación, hombres impíos, que convierten en libertinaje la gracia de nuestro Dios, y niegan a Dios el único soberano, y a nuestro Señor Jesucristo" En este versículo, Judas proporciona a los cristianos tres características de la apostasía y de los maestros apóstatas. 

Rechazan la bendición y misericordia de Dios quien nos entrego como un favor no merecido el perdón de los pecados por medio de nuestra fe en Cristo Jesús  y con sus conductas libertinas pensando que Dios siempre los perdonara siguen pecando sin apartarse de el, estos apostatas no creen en Jesús  sigue viviendo de su pecado porque el que cree en Cristo se aparta de su pecado.
 
El apóstol Pablo también habla del comportamiento agradablemente exterior de los apóstatas y sus enseñanzas: “Porque éstos son falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles de Cristo. Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz” (2 Corintios 11:13-14). En otras palabras, los apóstatas no parecerán malos en el exterior ni dirán palabras escandalosas de herejía al comienzo de su enseñanza. En lugar de negar la verdad abiertamente, los apóstatas la torcerán para que se ajuste a sus propios planes.Las peores formas de iniquidad consisten en las perversiones de la verdad".

Judas describe a los apóstatas como "impíos" y como aquellos que usan la gracia de Dios como una licencia para cometer actos injustos. Comenzando con "impíos", Judas enumera dieciocho rasgos poco favorecedores de los apóstatas para que sus lectores puedan identificarlos más fácilmente. Judas dice que los apóstatas son impíos,  moralmente pervertidos, niegan a Cristo, mancillan la carne, son rebeldes, gente que blasfema a los angeles, son ignorantes de Dios, proclaman visiones falsas, autodestructivos, murmuradores, criticones, andan según sus propios deseos, personas que usan palabras arrogantes y adulaciones falsas , burladores de Dios, los que causan divisiones, sensuales  y finalmente  carentes del Espíritu Santo no salvos.

Judas dice que los apóstatas "niegan a Dios el único soberano, y a nuestro Señor Jesucristo"  ¿Cómo hacen esto los apóstatas? Pablo nos dice en su carta a Tito: “Todas las cosas son puras para los puros, mas para los corrompidos e incrédulos nada les es puro; pues hasta su mente y su conciencia están corrompidas. Profesan conocer a Dios, pero con los hechos lo niegan, siendo abominables y rebeldes, reprobados en cuanto a toda buena obra” (Tito 1:15-16).

 A través de su comportamiento injusto, los apóstatas muestran a su verdadero yo. A diferencia de un apóstata, un verdadero creyente es alguien que ha sido liberado del pecado a la justicia en Cristo. Con Pablo, preguntan a los apóstatas que promueven el comportamiento libertino: “¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él?" (Romanos 6:1-2).

Pero la falsa enseñanza de los apóstatas muestra también su verdadera naturaleza. Pedro dice, "Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina" (2 Pedro 2:1). Otro aspecto de los verdaderos creyentes es que han sido liberados de la oscuridad espiritual a la luz  y por lo tanto no negarán las verdades fundamentales de la Escritura como lo hizo Arrio con la divinidad de Jesús.

Debe recordarse que Satanás vino a la primera pareja en el Jardín con una idea. Y fue esa idea que les condenó a ellos y al resto de la humanidad, “serás como Dios, si comes del árbol…” siendo el único remedio la muerte sacrificial del Hijo de Dios.

La gran tragedia es que, consciente o inconscientemente, el maestro apóstata condena a sus incautos seguidores. Uno de los versos más temibles en todas las Escrituras proviene de los labios de Jesús. Hablando a sus discípulos acerca de los líderes religiosos de su época, dijo, "Dejadlos; son ciegos guías de ciegos; y si el ciego guiare al ciego, ambos caerán en el hoyo" (Mateo 15:14). Jesús afirma que no son sólo los falsos maestros que van a la destrucción, sino que también sus discípulos los siguen. 

En el año 325 D.C., el Concilio de Nicea se convocó principalmente para retomar el tema de Arrio y su enseñanza. Para gran desilusión de Arrio, el resultado fue su excomunión y una declaración hecha en el credo Niceno que afirma la divinidad de Cristo: "Creo en un solo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible e invisible. Creo en un Solo Señor Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho”.
Arrio pudo haber muerto hace siglos, pero sus hijos espirituales están todavía con nosotros hasta este día en la forma de sectas como los Testigos de Jehová y otros que niegan la verdadera esencia y persona de Cristo. Lamentablemente, hasta que Cristo regrese y cada enemigo espiritual haya sido removido, la cizaña como ésta estará presentes entre el trigo. De hecho, la Escritura dice que la apostasía va a empeorar a medida que se acerque el retorno de Cristo.

Es muy importante entender  la apostasia para rechazarla y combatirla, con el conocimiento Bíblico, por ello necesitamos estudiar diariamente la Palabra de Dios y orar por pastores verdaderos que guíen la iglesia de Cristo con la verdad del evangelio.




Referencias
https://bible.knowing-jesus.com/Espa%C3%B1al/topics/La-Apostas%C3%ADa-En-Los-%C3%9Altimos-D%C3%ADas
https://www.gotquestions.org/Espanol/apostasia.html