Las masas contemplan embelesadas los grandes espectáculos, se pierden en la mundana y efímera adoración temporal de un artista o deportista, por unos minutos nada es mas importante que aquel espectáculo por el que se ha pagado un precio. Ese ritual sin sentido ahora es visto desde la lejanía con añoranza, casi con lagrimas en los ojos, pues no se puede ser un fanático idolatra de algún humano igual de pasajero que cualquiera, ahora que el encierro es obligatorio por el invisible gobierno mundial. Esto es una normalidad, incluso un lujo del que unos presumen y otros envidian. Pero hablar de las evidentes conspiraciones de la realidad, los lazos de grupos bien reconocidos en los supuestos "lideres y famosos", y las burlas a la inteligencia por parte de grupillos como la nasa, que explica los fenómenos en el cielo como "cielomotos", hablar de estos temas te hace un raro, conspiranoico, o alguna idiota etiqueta de la normalidad adormecida. ¿Donde esta el criterio sobre lo que es o no importante en la vida?
Si miramos a nuestro alrededor podemos observar que muchas personas abandonaron el sentido común, están sumergidos en sus propios deseos y pensamientos, no quieren mirar lo insensato, tonto y necio que resulta aferrarse a cierta acción. Como por ejemplo el bañarse en una fuga de gasolina cuando claramente se puede morir quemado, pero donde es más grande el deseo de obtener dicha gasolina, hasta el punto en que se nubla la razón; o cuando se aferran a operarse para parecer una mujer, pero su esqueleto, genitales, ADN y fisiología dictan que es un hombre, o viceversa. Así se puede llegar a una innumerable lista que tristemente crece cada día y lo más aterrador es que estas locuras cuentan con apoyo gubernamental, legislativo y económico. Sin duda poco importa el sentido común.
Si miramos a nuestro alrededor podemos observar que muchas personas abandonaron el sentido común, están sumergidos en sus propios deseos y pensamientos, no quieren mirar lo insensato, tonto y necio que resulta aferrarse a cierta acción. Como por ejemplo el bañarse en una fuga de gasolina cuando claramente se puede morir quemado, pero donde es más grande el deseo de obtener dicha gasolina, hasta el punto en que se nubla la razón; o cuando se aferran a operarse para parecer una mujer, pero su esqueleto, genitales, ADN y fisiología dictan que es un hombre, o viceversa. Así se puede llegar a una innumerable lista que tristemente crece cada día y lo más aterrador es que estas locuras cuentan con apoyo gubernamental, legislativo y económico. Sin duda poco importa el sentido común.
El sentido común es aquello que en las circunstancias de peligro puede ayudar a cualquier persona para salvaguardar su integridad y su vida. Eso que consideramos básico y evidente, conclusiones a las que llegamos casi automáticamente al tratar de analizar lo que percibimos, es algo que parece estar ausente en muchas partes del mundo últimamente. Pareciera que el sentido común ha abandonado este lugar y nos ha dejado a nuestra suerte,cuando entramos a este mundo con la idea de privilegiar mas los deseos de la mente y el cuerpo, poniendo en primer lugar algún objeto ante cualquier otro aspecto espiritual.
Lo más importante es que nos permite manejarnos en las más variadas situaciones con prudencia y sensatez. Nos ayuda a saber qué es más adecuado decir o hacer en determinadas situaciones. Se compone de juicios razonables o conclusiones prácticas, sin complicaciones, que permiten dotar de sentido o lógica cualquier evento o hecho de nuestra vida cotidiana. Como tal, surge espontáneamente en nuestro día a día, bien sea a partir de vivencias personales, bien de experiencias compartidas.
Por sentido común se hacen o dejan de hacer muchas cosas, por ejemplo se evita caminar de noche por los lugares más peligrosos de una ciudad; nos abrigamos si hace frío o evitamos mojarnos si llueve, entre otras muchas cosas.
Dios te diseñó teniendo un propósito en su mente; Dios te ama y tiene un destino específico, único y glorioso para ti y Él promete guiarte. El propósito de Dios para ti es más grande que tus fallos. Yo he cometido muchos errores en mi vida, pero Dios no ha dejado de guiarme.
Dios quiere comunicarse contigo y ha prometido guiarte. Una de las formas es atraves del sentido común que sin duda evitara que cometas muchos errores en tu vida. "Al que es honrado, él le concede el tesoro del sentido común. Él es un escudo para los que caminan con integridad. Él cuida las sendas de los justos y protege a los que le son fieles. Entonces comprenderás lo que es correcto, justo e imparcial y encontrarás el buen camino que debes seguir."
Así como el sentido común es importante existe una gran necesidad de poseer discernimiento espiritual para la vida diaria. Sin la capacidad de discernir no podemos caminar sabiamente.
El discernimiento es la habilidad para diferenciar la verdad del error, alguien con la habilidad de discernir pudiera ver cosas en una circunstancia, o en la lectura de la Biblia, que quizás otros no pudieran ver tan claramente. EL discernimiento espiritual “es la capacidad dada por el Espíritu Santo de ver la vida a través de la revelación de Dios”.
Dios quiere que todos los seres humanos tengan la capacidad de discernir las cosas espirituales para que no tengan un espíritu muerto y seco. “Por eso va cautivo mi pueblo por falta de discernimiento; sus notables están muertos de hambre y su multitud reseca de sed”.
Hablar de discernimiento espiritual es sin duda hablar de las realidades invisibles para nuestros ojos pero no para nuestra mente, es un conocimiento íntimo que nos hace distinguir y diferenciar qué viene del Espíritu de Dios, qué viene del espíritu maligno y qué viene de nuestro propio espíritu humano. Por ello el discernimiento nos llevará a descubrir que nuestra experiencia espiritual puede venir, y de hecho viene, de “diferentes espíritus”.
El espíritu humano no solo es perceptivo, sino también es el lugar donde mora el Espíritu Santo. Por esta razón las capacidades perceptivas son más potentes en un creyente que las de un incrédulo. Dios es la voz de nuestro discernimiento y el nos habla desde su espíritu. El mundo se burla y rechaza a Cristo por lo tanto no tienen una relación con Dios para que los guie, por eso muchas personas en el mundo defienden lo malo y piensan que es algo normal, pueden percibir lo malo pero no pueden discernirlo.
El espíritu humano tiene capacidad para percibir el ámbito espiritual, sin embargo, los incrédulos, aun sin el Espíritu Santo tienen cierto grado de sensibilidad hacia el ámbito espiritual.
El ser humano es perceptivo a lo espiritual, por esta razón los brujos y los médiums pueden contactarse al mundo espiritual por medio de su espíritu. Cuando lo hacen, como no tienen al Espíritu Santo se contactan con demonios. Sin embargo los creyentes en Cristo pueden establecer una relación con Dios mediante el Espíritu Santo quien lo capacita constantemente en toda virtud dependiendo del grado de entrega, esfuerzo y fe.
Uno de los frutos del discernimiento espiritual es la capacidad para caminar con sabiduría y a la vez caminar en integridad de corazón. Sin embargo, es una cualidad desarrollada sólo para los que han aceptado sinceramente y sin dudar a Cristo como su Dios y Salvador, puesto que sólo es posible en aquellos en quienes mora el Espíritu Santo y solo mora en los que tienen fe verdadera en Jesús.
Cuando yo discierno algo, tengo que considerarlo, tengo que percibir lo que está detrás de lo que he considerado y tengo que ser prudente al actuar. Esa capacidad me permite ver más allá de las apariencias y saber que espíritu o que motivación del corazón se encuentra detrás de personas y situaciones. Con esta destreza puedo comprender y aplicar la Palabra de Dios con el propósito de separar la verdad del error y lo bueno de lo malo. Con esta acción se busca distinguir, diferenciar, entre dos cosas que por lo general se nos aparecen como buenas. Nos permitirá también decidir un curso de acción, juzgar a la hora de tener que pasar un juicio sobre algo o sobre alguien. Todo esto es parte de lo que la palabra de Dios llama discernimiento y que debiera caracterizar a todo cristiano.
El discernimiento nos debe llevar a realizar juicios correctos. La Biblia dice juzguemos con justo juicio. El discernimiento nos ayuda a reconocer la voz de Dios. Debemos determinar cuando Dios nos está hablando. La Escritura dice que el Señor es nuestro Pastor y que como ovejas suyas debemos reconocer su voz. Dios nunca nos va hablar algo contrario a su Palabra, debes saber que no es una voz audible la forma en que Dios se puede comunicar contigo es atraves de tu sentido común, el discernimiento espiritual, sabiduría, tu lectura diaria de la Biblia, en oración, en ayuno, atraves de las personas que comparten la Palabra y con tus virtudes.
Las cosas espirituales solo pueden ser discernidas espiritualmente. Nosotros vemos según quienes somos. El hombre natural solo percibe lo natural y el hombre espiritual puede percibir lo espiritual.
El espíritu humano también podría ser perceptivo al recibir información natural que le dan sentido de cosas que pudieran estar sucediendo en lo espiritual. Por ejemplo si conoce a alguien que está atado a las drogas y no puede superar su adicción, es fácil percibir que esa persona está atada o esclavizada a un espíritu de adicción o esclavitud.
Vemos esa clase de percepción en la mujer samaritana, a ella le pareció que Jesús era profeta Su percepción vino de observar que el Señor actuaba como un profeta, pero a la vez su percepción natural la ayudo a recibir la revelación de que Jesús era el Mesías. El Espíritu Santo agrego revelación divina a su percepción natural, puesto que cuando termino su conversación con el Señor ya no lo sigue llamando profeta sino Cristo el Mesías.
El Espíritu Santo puede usar lo que vemos o percibimos para traer revelación espiritual o inspiración divina. La percepción espiritual es diferente al discernimiento espiritual. Los no salvos y los brujos operan más en la percepción pero no en el discernimiento. La percepción tiene la capacidad de ver algo y por media de ella se sabe que hay algo allí, mientras que el discernimiento nos ayuda a conocer su origen y a responder correctamente a lo que hemos visto, separa lo bueno de lo malo y nos da dirección. La percepción y el discernimiento obran juntos. En este pasaje donde dice: “…tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal.” . La palabra "sentidos" aquí habla de percepción. Este versículo nos quiere decir que toda clase de percepción en la que operamos necesita ser entrenada en el discernimiento. La palabra discernir en este versículo significa juzgar o llegar a una conclusión. No podemos detenernos en la percepción, necesitamos ir a la parte siguiente y es la habilidad del Espíritu Santo para analizar la información recibida y sacar una conclusión correcta.
Es así como podemos entender que no somos simples seres humanos somos seres espirituales viviendo una vida material, pero todas nuestras grandes habilidades están desperdiciadas y mal enfocadas con un espíritu muerto y seco, la única forma en que cobre vida es aceptando a Cristo como tu Dios y Salvador, de esta manera recibirás al gran maestro que habitara en tu cuerpo, el Espíritu Santo, poderoso guía que te instruirá en todas las cosas espirituales, te ayudara en todo lo que te propongas y establecerás un relación con Dios en amor, respeto, humildad y adoración constante.
No te sumerjas en lo cotidiano y material, reclama tu derecho divino de ser salvo por medio del sacrificio de Cristo, toma tu vida eterna y el poder indestructible de la fe. Cree en esa realidad espiritual que perciben tus sentidos pero que no alcanzas a entender y únete a los guerreros de luz que ya son victoriosos en la cruz de Jesús. Toda tu realidad cambiara por una constante guía de Dios, que será lámpara a tus pies, fortaleza y descanso seguro. Si Dios contigo nadie contra ti. Aduéñate de todas las promesas que Dios hizo a su pueblo que le ama, obedece, respeta, honra, adora, admira, teme y agradece con eterna humildad.
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