En estos tiempos tan cambiantes donde lo que se creía la normalidad deja de serlo sorprendentemente egañan a la gente diciendo que lo malo es bueno y lo bueno es malo. Es una época de confusión con carta abierta al “haz lo que quieras” donde se presta muy poca atención a la razón y no se piensa mucho antes de actuar, es gracioso pero se ha abandonado la razón, lo podemos ver en ciertos temas como la ideologia de genero y el feminismo a tal grado que es absurdo. Por lo cual entender el buen juicio y la intuición es difícil, pero son virtudes valiosas dadas por Dios y te llevan por buen camino.
El buen juicio es la capacidad de actuar con un criterio de justicia que no solo implica defender los propios intereses. Nadie nace con un juicio verdaderamente bueno, esta virtud implica trabajo y lleva tiempo desarrollarlo, se logra a partir de analizar la propia conducta y la conducta de los demás, distinguiendo entre lo bueno y lo malo. Si tengo que emitir un juicio justo sobre alguien, primero debo ser capaz de entender si aquellos actos que yo quiero juzgar sobre él, no los estoy haciendo yo y tal vez aun peor, por lo tanto tener un buen juicio no solo requiere distinguir entre lo bueno y lo malo sino también implica conducirse de una manera prudente tratando de hacer lo correcto en cualquier situación.
Sin embargo en esa tierra “no hay justo ni siquiera uno” Por mucho que se esfuerce el ser humano no consigue ser justo y podemos verlo a diario, siempre hay injusticias tanto en nuestra familia, como en nuestro país y el mundo entero. Es fácil ver el gran egoísmo que existe en el hombre, siempre buscando su propio beneficio sin importar a los que pueda aplastar o lastimar en su camino y por mas que tu te creas justo, sin duda no lo eres, basta con analizar todas tus acciones, palabras y pensamientos ¿cuantos de ellos son para el beneficio de alguien mas?
El buen juicio necesita de un corazón justo no es algo que puedas lograr tu solo necesitas la ayuda de Dios pero al rechazarlo tu espíritu muere por lo tanto el desarrollo de las virtudes dadas por ÉL estarán estancadas ¿te resulta dificil de aceptar? solo mira la tierra que desprecia continuamente a Dios esta repleta de injusticias, sufrimiento y no tiene ninguna esperanza o consuelo en un Salvador que otorga perdón y justicia esta verdad es una burla para la gente y prefieren fantasías creadas, como super heroes, mundos paralelos, extraterrestres, etc. El humano que desprecia la ayuda de Dios tiene mal juicio y sus decisiones son incorrectas una tras otra, solamente observa la vida de la gente que vive sin Dios.
El principe del aire quien gobierna el mundo ha cegado las mentes de los incrédulos. Al cegar la mente de la gente a la verdad acerca de Dios y sus propósitos. Satanás la ha mantenido en una condición de desequilibrio mental, asi es, una locura funcional donde cada quien vive en sus placeres, sueños y egocentrismo influenciados por el engañador. Pero a pesar de la falta de buen juicio y la influencia continua de Satanas, Dios ha hecho posible que haya gente que ejerza el espíritu de buen juicio. “Porque Dios no nos dio espíritu de cobardía,” explica su Palabra, “sino de poder y de amor y de buen juicio.” Pero, ¿cómo es que Dios imparte buen juicio a su pueblo?
Es por medio de su Palabra inspirada, la Santa Biblia, donde Dios Todopoderoso comunica sus pensamientos al hombre. Esta Palabra contiene su norma perfecta de verdad y justicia, es por medio de sus páginas que uno se familiariza con el juicio perfecto de Dios. En consecuencia, a cualquier grado que una persona pueda desechar sus propios juicios y aceptar la dirección del juicio de Dios en cuanto a las cosas, a ese grado tendrá el espíritu o disposición del buen juicio.
¿Esto te genera un rechazo automatico?, ¿creer que leer la Biblia te puede dar buen juicio te parece una locura?, simplemente inténtalo, a lo largo de tu vida puedes leer varios libros de autoayuda, pagar terapias y cursos, pero esta guía es gratuita solo necesitas creer sinceramente en las enseñanzas de Cristo, leer o escuchar diariamente la Biblia y pedir en oración a Dios que abra tu entendimiento, te conceda inteligencia y sabiduría para comprender su Palabra entonces el buen juicio empezara a brotar de tu interior como fuente de agua viva.
Una persona que piensa en Dios y conoce su palabra, aprende gradualmente a rectificar los errores de su propio juicio con respecto a las diversas cuestiones que surjan. Comienza a hacer decisiones y a obrar en armonía con las enseñanzas de la Palabra de Dios y esto causa un cambio en su vida. De modo que es por medio de ajustar nuestro modo de pensar con el juicio de Dios que se puede ejercer el buen juicio, razón por la cual debes conocer sus pensamientos los cuales están escritos en la Biblia y se reflejan en la vida de Jesús. Cuando nos medimos con la norma perfecta podemos darnos cuenta de nuestros errores y aunque no podemos igualar el ejemplo perfecto de Jesús no obstante se nos capacita a regular nuestros pensamientos y juicios para que se amolden a la norma perfecta a un grado notable. Solo entonces se ejerce el espíritu de buen juicio al entender lo que la evidencia bíblica indica puedes tomar la decisión apropiada que se debe hacer o el proceder que ha de emprenderse. Finalmente te preguntarás ¿Esto es algo que agrada a Dios? y en base a esto actuar para moldear tu buen juicio.
Una virtud poco valorada y subestimada es la intuición una sensación que tenemos todos los seres humanos que nos hace saber ciertas cosas sin entender completamente cómo o por qué. Es un sentimiento negativo o positivo hacia personas, situaciones o decisiones que no podemos explicar, y muchas veces, en la experiencia del sabio, esas inclinaciones resultan ser correctas. La intuición es un don de Dios y, cuando aprendemos cómo desarrollarla y fortalecerla, la intuición puede ayudarnos a evitar decisiones y relaciones desastrosas.
Ser creados a imagen de Dios significa que hemos sido diseñados por Él, tenemos entonces un espíritu que nos conecta con nuestro Creador y por lo tanto poseemos muchas de sus virtudes las cuales pueden ser desarrolladas mediante una relación estrecha con Dios. Podemos discernir lo correcto y lo incorrecto. Tenemos una conciencia que nos molesta cuando elegimos mal. Y tenemos sospechas intuitivas sobre cosas de las que sabemos muy poco. La intuición es una forma en la que Dios se comunica con nosotros para ayudarnos. Sin embargo, los sentimientos de uno pueden estar equivocados, y no todas las intuiciones deben ser atendidas. "Hay un camino que parece correcto para un hombre, pero su fin es el camino a la muerte". Una vida sin fe en Jesús es una presa fácil para las sugerencias de Satanás. Lo que puede parecer una intuición puede ser una mentira del enemigo. Debido a nuestras naturaleza pecaminosa, somos propensos al error y al mal juicio. Si confiamos solo en nuestra propia inteligencia podemos ser desviados.
Nuestro espíritu escucha a Dios cuando pensamos, analizamos y reflexionamos en los versículos de la Biblia. A medida que buscamos la guía de Dios y oramos por dirección, tendremos sabiduria. Escuchando nuestra intuición avanzamos de la manera que parece más sabia, confiando en que el Señor está dirigiendo nuestros pasos. Cuando la intuición está arraigada en la Palabra de Dios, entregada al control del Espíritu Santo y alineada con la sabiduría de Dios, puede protegernos de los errores y ayudar a mantener nuestros pies en el camino recto.
Por eso, en vez de dejarse influir por lo que otros humanos piensen o por lo que parezca razonable a los propios ojos de uno, acude a Dios y a su Palabra para obtener dirección. Escucha el consejo del inspirado proverbio bíblico: “Confía en Dios con todo tu corazón y no te apoyes en tu propio entendimiento. En todos tus caminos tómalo en cuenta y Él enderezará tus veredas.”
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